domingo, 7 de diciembre de 2014

La última vuelta

Jamás había estado tan cerca de mi objetivo, sólo un poco más y el más peligroso bandolero que jamás hubiese conocido este pueblo estará a mi alcance. Después de múltiples asaltos, homicidios, pesquisas fallidas y emboscadas, por fin el “Sangriento” responderá por sus crímenes.
            La horca es lo mínimo que merece un sinvergüenza como éste. Sus atrocidades son tantas que ningún juez se atrevería a dejarlo ir, o ponerle una multa que no se pague con su propia sangre. Incluso quizás hasta llamemos al ejército, para que organicen un fusilamiento público, de tal suerte que los sobrevivientes de sus víctimas sientan un poco de alivio, o al menos que se ha hecho justicia.
            Una vuelta más y lo alcanzo. Mi arma está bien cargada y él ya vació su revólver, y las huellas de su caballo son más cortas, por lo que el cansancio ha de estar haciendo mella en su rendimiento.
Ahora sí, no hay forma de que se me escape otra vez. Todos hablarán de este momento como la noche en que el sheriff más valiente del que se tenga memoria, atrapó al criminal más desalmado que hubiese nacido sobre este planeta.
            – ¡Juanito! ¡Ya bájate del carrusel! ¡Ya has dado como mil vueltas y están por cerrar la feria!
            –Pero… ¡Mamá!
            –Si quieres, mañana volvemos, después de que hagas tu tarea y limpies tu cuarto. Pero ahora ya es tarde.

            Muy bien “Sangriento”, tuviste suerte esta vez, pero mañana ya veremos…

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