martes, 30 de octubre de 2012

Amarillo


Hemos vivido en este lugar por más tiempo del que cualquiera pueda tener memoria. Por generaciones enteras, hemos sido actores del progreso y prosperidad de nuestra cultura, y hasta el día de hoy, siempre pensamos que así sería eternamente. Pero parece que no será de esa manera. 

“Nada dura para siempre” reza el dicho popular, pero jamás pensé ser testigo del desmoronamiento de nuestra civilización. Sin embargo, nunca he desconfiado de mis sentidos, y menos cuando ellos me enseñan cómo se desploman nuestros edificios, templos y monumentos, en un parpadeo. 

Dios nos ha abandonado, aunque más de uno piensa que quizás esto es una muestra evidente de que Él jamás existió, o tal vez nunca le importamos realmente.

Ninguna autoridad ha sido capaz de darle una explicación a este fenómeno. Obviamente esta destrucción les ha sorprendido tanto a ellos como a nosotros. 

Siempre hemos sido una sociedad tranquila, que ha preponderado el diálogo al enfrentamiento, y aunque a veces hemos tenido nuestros conflictos, hasta este día jamás habíamos experimentado algo parecido. Y por si fuera poco, ignoramos quién o qué lo está causando.

No hay ningún sitio seguro en el que podamos guarecernos; todo es arrasado, como si una fuerza incontrolable estuviera empeñada en hacernos desaparecer. Sólo se ve un gigantesco manto amarillo, que va y viene en olas de destrucción y muerte. 

El terror me paraliza, pero no temo mi deceso, ni siquiera por la suerte de mis seres queridos, si no por el irremediable fin de mi cultura.

*
–Muy bien Juanito, sigue así. Si quieres te puedo traer otro pañuelo desinfectante. Ya ves cómo todo se ve mucho más limpio. Ve tú a saber cuántos bichos tenías engendrados en ese lugar. Bueno, ya no te distraigo. 

–Pero tan pronto termine de limpiar mi habitación, ¿me vas a devolver el control del videojuego, verdad mamá?

–Sí, pero debe quedar impecable. ¡Pero mira nada más cómo tienes ese trapo amarillo! Ya hasta parece negro. Enseguida te traigo otro para que sigas limpiando.       

No hay comentarios:

Publicar un comentario