Mostrando entradas con la etiqueta La verdad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La verdad. Mostrar todas las entradas

martes, 30 de octubre de 2012

La verdad


En la cámara real de la Fortaleza del Dragón, entre tenebrosos pasillos, armaduras de héroes, esqueletos de cazadores, saqueadores y aventureros, armas de distinto linaje, gemas, piedras mágicas, y tesoros que van más allá de lo posible, un pequeño niño se acerca sigilosamente a la reina de los dragones.

–Antes que nada, quiero decirte que sin importar el contenido de tus palabras, esto no cambiará en absoluto lo que siento por ti; para mí, siempre serás la persona más importante en el mundo, el ser que me ha protegido, educado y velado, desde que tengo memoria. En pocas palabras, siempre serás mi madre. Pero espero que entiendas que tengo que saber la verdad. Es muy importante para mí, y no quiero que me mientas. Nada me haría más daño que una mentira tuya –dice el pequeño.

–Bueno, tarde o temprano te ibas a enterar, y qué mejor que sea yo y no otra persona quién te lo diga. No es nada fácil para mí contarte al respecto, e ignoro la razón por la cual he actuado de esta forma contigo. Te he criado desde que eras un bebé, te he visto crecer y siempre he pensado en ti como “mi hijo”. Pero la verdad es que te encontré abandonado en una de las ciénagas que rodean nuestro reino, y no tuve el corazón de dejarte ahí, indefenso y a la merced de los lagartos, los cazadores furtivos, o del inclemente tiempo. Sé que no debí haber procedido de esa manera. Tal vez sólo me engañé pensando que no te importaría ser diferente a mí –responde la reina, con una mirada triste y a punto de llorar.

–Con todo respeto madre, eso ya lo sé –dijo el niño, ante el asombro de la reina.

Hubo un largo silencio, y después prosiguió.

–Lo que realmente quiero saber es ¿por qué no puedo comer mi postre, hasta que los demás hayan terminado su guisado?