domingo, 15 de noviembre de 2015

Buenas tardes

En alguna parte del mundo, en este preciso momento, un corazón se ha detenido.
Una pareja está haciendo el amor.
Un marido está seduciendo a una desconocida.
Una esposa mira el reloj con amor, otra con hastío, y una más con lágrimas en el rostro.
Una niña se está pintando por primera vez los labios.
Una persona se ha quedado dormida.
Un libro ha nacido.
Una canción suena en la radio.
Un anuncio pasa por televisión.
Un pequeño está dando los primeros pasos.
Un hombre tuvo su último tropezón.
Un virus se ha infiltrado en una computadora.
Una dama tuvo su primer orgasmo.
Una novia ha dicho que no, mientras otra ha dicho “te amo”.
Un automóvil aceleró su motor, en tanto que otro se impactó contra un muro.
Un joven va a buscar su primer empleo.
Un niño se niega a hacer su tarea.
Una niña sueña con ser un varón.
Un viejo se retira sin vítores ni aplausos, mientras a otro hasta le entregan una medalla de honor.
Una cana brotó en una joven melena, al tiempo que en otra cabeza, por fin sucumbió el último pelo negro, y en la mía duerme la boina que protege mi calva.
A mi izquierda dos muchachos fuman.
A mi derecha dos jovencitas se manifiestan su amor, hasta que se dan cuenta de que las miran.
Enfrente una mujer sujeta a su hijo, mientras el pequeño trata de alcanzar los hilos de agua que dan vida a la fuente.
Las palomas se acicalan, unas en el kiosco, otras entre las ramas de los árboles, que parecen jugar con el viento que apenas los mece.
Las ardillas corren entre los matorrales, llevando en sus hocicos cacahuates o morusas de pan, robadas a las palomas.
La gente transita.
El humo del tabaco me golpea.
Avanza el reloj.
Revientan contra el suelo las pompas de jabón de un pequeño.

Mientras tanto yo, desangro la tinta de mi bolígrafo, trazando jeroglíficos indescifrables sobre la delicada superficie de mi libreta, al tiempo que las voces, risas, pasos, alas, gotas y campanadas de Catedral, me regalan las “buenas tardes”, mientras el sol me pide que cierre mi cuaderno y disfrute de su cielo, sin letras, sin puntos, ni comas.     

No hay comentarios:

Publicar un comentario