Gonzalo
era un compañero de la oficina algo reservado y misterioso, que siempre cargaba
consigo una pequeña maletita con la imagen de “Hello Kitty”. Él era un hombre
alto, fornido, de mirada tosca y manos ásperas, por lo que ver a semejante
gorila con una bolsa tan pintoresca, causaba extrañeza, dudas y cuchicheos
entre los demás compañeros. Quienes a pesar de sus inquietudes, no se atrevían
a preguntarle nada.
Yo no tenía mucho tiempo entre
ellos, pero siempre me hicieron sentir bienvenida, incluso él, por lo que me
armé de valor y le pregunté el motivo de su maletita.
Gonzalo se me quedó viendo, se hizo
un silencio general en la oficina, y respondió:
–Esta maleta le perteneció a mi
hermana. Su primer día de escuela ella me hizo prometerle que se la cuidaría
hasta su regreso, pero eso jamás ocurrió, ya que el transporte escolar en el
que viajaba se estrelló contra una camioneta y todos murieron –respondió y yo
estaba más apenada que nunca. Me sentí como una tonta por haber hecho semejante
pregunta y haber removido esos recuerdos en un hombre como él. Me disculpé, le
dí un abrazo y me fui, con la cabeza baja.
Pero la pena no fue sólo mía, ya que
toda la oficina se vio en silencio y con la mirada al piso, hasta que terminó
nuestra jornada laboral.
Ya casi todos se habían marchado,
salvo Gonzalo y yo, quien seguía pegado al monitor de la computadora afinando
las gráficas que nos habían encargado. Por lo que aún congojada, me le acerqué
para pedirle que me disculpara nuevamente, pero para mi sorpresa, él me sonrío
y me pidió que me acercara un poco más a su escritorio.
–No te disculpes niña, todo esta
bien. De hecho yo soy quien te debe a ti una disculpa, porque la verdad es que
te mentí.
–¿Qué? ¿De qué estás hablando?
–La verdad es que yo nunca he tenido
ninguna hermana, y esta mochila la compre hace unos cinco años en una tienda
del centro.
–Pero ¿por qué? ¿Cómo pudiste
inventar algo tan desagradable?
–Entiéndeme. Te pido perdón, si te
hice sentir mal. Lo digo de verdad, pero es que no se me ocurrió otra cosa.
¿Sabes? Sé que la mayoría me ve con recelo y hasta miedo. Por lo que tengo una
imagen que cuidar en esta oficina, y no podía admitir delante de todos ellos
que siempre he sido fan de “la Kitty”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario